lunes, 3 de febrero de 2014

La curva del olvido

La curva del olvido ilustra la pérdida de retentiva con el tiempo. Un concepto relacionado es la intensidad del recuerdo, que indica cuánto se mantiene un contenido en el cerebro.
Cuanto más intenso sea un recuerdo, más tiempo se mantiene. Un gráfico típico de la curva del olvido muestra que normalmente en unos días o semanas se olvida la mitad de lo que hemos aprendido, a no ser que lo repasemos.
Una aproximación matemática a la curva de la memoria es la siguiente fórmula:
\ R = e^{\frac {-t}{S}}

donde R es la retentiva, S la intensidad relativa del recuerdo y t es el tiempo "decrecimiento exponencial" 
La velocidad con la que olvidamos depende de diversos factores, como la dificultad de la materia (por ejemplo si es absurdo o tiene sentido), su representación y factores fisiológicos como el estrés y el sueño. El ritmo de olvido basal es prácticamente el mismo para todas las personas. La diferencia de rendimiento  podría depender de qué representaciones mnemónicas hace cada individuo. Esto significa que unas personas "crean" su memoria de forma más efectiva que otras.

Ebbinghaus

El filósofo alemán Hermann Ebbinghaus (1850-1909) habló de la naturaleza del olvido de información como una función exponencial parecida a la que puedes ver en el gráfico (haz clic para agrandar).

Memorización sin repasos

Sirva este artículo para que veas cuán rápido se olvidan los datos si no hay repaso entre medias. Por ejemplo (datos aproximados aunque realistas):
  • Un día después de haber estudiado y no haber repasado, puedes llegar a olvidar un 50% de lo estudiado
  • 2 días después, lo que recuerdas no llega al 30%
  • 1 semana después, tendrás suerte si logras recordar más de un 3%
Haz clic para agrandar

Alzhéimer

Causas del alzhéimer
Se han determinado diversos factores biológicos que interactúan con distintos mecanismos de tipo genético o ambiental, y que dan lugar a las lesiones que causarán la degeneración progresiva de las células nerviosas y a la aparición del alzhéimer.
Se han identificado dos signos característicos de la patología como causa del alzhéimer que son: la aparición de las denominadas placas seniles, placas amiloides, o placas neuríticas, y la presencia de ovillos de neurofibrillas:
Las placas seniles son depósitos extracelulares de la proteína beta amiloide en la sustancia gris del cerebro, y se asocian con la degeneración y muerte neuronal. Esta proteína beta amiloide procede de la degradación de una proteína más grande llamada proteína precursora de amiloide, que se encuentra en la membrana de muchas células y cuya misión no está completamente dilucidada. El acúmulo de beta amiloide se debe a un incremento en su producción o a una reducción en su eliminación.
Por otra parte, la formación de ovillos de neurofibrillas es el resultado de la polimerización anormal de la proteína tau (una proteína que está en las neuronas), y se inicia en la región del hipocampo donde se encuentra la función de la gestión de la memoria. Estos dos procesos implicados en el mal de Alzheimer podrían estar interrelacionados y, en cualquier caso, provocan una degeneración y disfunción neuronal.


Consecuencias del alzhéimer
l Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a un grupo numeroso de individuos sobre todo de avanzada edad (el 20% de los mayores de 70 años). Se caracteriza por una pérdida gradual de memoria a corto plazo, y posteriormente a largo.
Durante el transcurso de la enfermedad se distinguen dos etapas sintomáticas.

-Primera etapa-

  •  Breves pérdidas de memoria
  • Dificultades en la percepción (agnosia)
  • Cambios de personalidad (apatía, desinterés en la actividad social)
  • Menor capacidad intelectual
  • Irritabilidad y dificultades motrices (apraxia)

 -segunda etapa-

  •  Confusión, desorientación temporal
  • Perdida de los recuerdos
  • Divagación, dificultad para conversar
  • Erráticos cambios de humor
  • Incapacidad de cuidarse solo
  • Serio deterioro de la salud y muerte